Clava la mirada en su piel,
siente cómo se engrandecen
carros en la noche,
cargados de hiel.
Si el blanco es día
me encuentro nocturno,
pues el camino es negro,
y tú lo transitas.
Estroboscópico suicida,
te perdiste entre calles
y por no recordar
ni recuerdas tu vida.
Calma la sed del alma
con versos plebeyos
y crónicas estériles
que a la piel se clavan.
Pues no es ahora,
ni nunca, momento de adioses,
una navaja suiza y a decidir,
que ya toca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario