lunes, 17 de enero de 2011
Vidas
El cadáver le observa con los ojos vidriosos, cubiertos ya por la membrana de muerte que a todos nos llega, era solo una vida, pero arrebatarla es un placer como no conoce otro el sabio ermitaño. Viviendo como vive, aislado del mundo, no conoce otra cosa que el conocimiento, para él la vida humana no es trascendental, es solo un obsequio que les es dado a aquellos que están preparados para desaprovecharlo. Es por eso que las vidas no son para ese loco ermitaño que una concha en la arena dorada de las playas de su tierra natal.
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Ya para abrir boca me encuentro con esto y me gusta. La verdad es que la vida está sobrevalorada. La belleza transciende mucho más allá del umbral de la muerte.
ResponderEliminar¿Los martes son el día libre de la inspiración? :)
ResponderEliminarAunque yo no puedo hablar que hoy tampoco actualicé decentemente jeje
Jaja, si que hay muchos bocadillos para mentir por desgracia. Y lo del estilo, la verdad me gusta variar, no siempre lo mismo.
pd.: El público quiere más relatos para saciar su sed jajaja